Ya forman parte de nuestras vidas. Y si no hemos caído alguna vez víctimas de estas obsesiones en tiempo real, es muy probable que hayamos sido objeto de ellas. Todas o casi todas se basan en la hiper-exposición online a la que voluntaria y alegremente nos prestamos en este mundo de redes que nos envuelve y nos conecta. Insanas y nada recomendables, aquí lanzo unas cuantas a ver cuáles te suenan. Sigue leyendo